Buenas tardes, el día de hoy nos encontramos con una de las personas más activistas y solidarias que hayan pisado la India. Nuestro hombre nos relatará como fue su lucha contra la pobreza en la India y los múltiples problemas que tuvo que afrontar. ¡Un fuerte aplauso para Vicente Ferrer!.
V: Gracias, gracias, un placer estar aquí contigo Mariano.
M: El placer es mio Vicente, bueno comencemos con la entrevista. Me podrías contar cuál fue tu historia durante la Guerra Civil española, puesto que naciste en 1920 la tuviste que vivir a un temprana edad.
V: Claro, durante mi juventud tras estudiar Bachillerato fue reclutado por el ejército republicano y luché en el frente del Ebro. Una vez los nacionalistas nos derrotaron fui tomado prisionero y trasladado a un campo de concentración en Betanzos, aunque al tiempo pude volver a mi pueblo de origen.
M: ¿Qué movimientos hiciste tras ser liberado de aquel campo de concentración?
V: Pues, una vez volví a mi pueblo natal, emprendí la carrera de Derecho durante 3 años. Mas tarde, me uní a la Compañía de Jesús donde fui ordenado sacerdote en 1956. A partir de ahí comenzaron mis viajes a través de la India como representante de los jesuitas y como misionero. Primero fui enviado a una casa de oración en Puna, y más tarde mi segundo destino fue Mammadh, donde construí una escuela con 28 clases y un dispensario-hospital.
M: Por lo que tengo entendido un tiempo después te enemistaste con los jesuitas y ejercieron presión al gobierno para expulsarte de la India. ¿Lo consiguieron?
V: Entiendes bien, según los jesuitas mis métodos para mejorar la situación de los campesinos hindúes no eran buenos, para ello obligaron al gobierno hindú a expulsarme del país. Como respuesta, mis seguidores y mis compañeros reunieron 25.000 firmas para evitar mi expulsión del país, y lo consiguieron. Fue entonces, en 1969 cuando volví a la India, aunque ya mi relación con los jesuitas estaba herida de muerte.
M: ¿Cuál fue el acontecimiento que produjo tu expulsión de la orden y por consiguiente, siguieses como misionero independiente?
V: El acontecimiento fue mi propia boda, cuando me casé con Ana Perry, que en aquellos momentos era una fiel colaboradora de mi causa, la compañía de Jesús me vetó y me expulsó de la orden, aún así no me arrepiento de haberme casado con la mujer a la que amaba.
M: Por último, me gustaría destacar que en 1998 recibiste el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, ¿a que se debió tal reconocimiento?
V: Se debió sobre todo a mis esfuerzos por mejorar la situación de pobreza infantil en la India y a la creación de la fundación que lleva mi nombre, Fundación Vicente Ferrer. Es un reconocimiento del que estoy orgulloso, pues es el fruto del arduo trabajo que he realizado a lo largo de mi vida.
M: Bueno, si te soy sincero me alegro de que hayas estado aquí, ha sido una entrevista muy interesante. Una vez más, muchísimas gracias por habernos dado esta oportunidad para conocerte.
V: Me halagas Mariano, yo también me alegro mucho de haber venido a la entrevista, he disfrutado muchísimo.
M: Bien, pues aquí terminamos con la entrevista de hoy, nos despedimos de Vicente Ferrer y os esperamos mañana a la misma hora.
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